Y llegamos a la 3ª y última parte de la entrevista a Bartolomé Seguí
Los que no hayáis tenido la oportunidad de leer las entradas anteriores, podéis hacer click en este enlace para leer la 1ª parte, y en este enlace para leer la 2ª parte.
En esta ocasión nos centraremos en preguntas sobre la forma de trabajo de Bartolomé, así como sobre la obra final y algunas cosillas más.
No digo más. Ya sabéis: Tomad asiento, poneos cómodos y disponeos a disfrutar con la lectura de lo que nos cuenta Bartolomé Seguí.
Entrevista a Bartolomé Seguí. 3ª y última parte
Sobre su forma de trabajar
- En gran parte de tu obra trabajas con guionistas. ¿Prefieres trabajar en equipo? ¿Qué ventajas tiene para ti?
No es una cuestión de preferencias. Digamos que cuando alcanzo cierta madurez, me doy cuenta de que soy mejor dibujante que guionista, y que, si quiero seguir realizando una obra madura y con cierto peso, es mejor acompañarse de un profesional de la escritura y concentrarme en hacer lo mejor que sepa en mi parcela del equipo. En nuestro país, supongo que en parte por culpa de la crisis que siempre acompaña este medio, el dibujante ha acarreado normalmente con texto y dibujo. Y bastante bien en muchos casos.
Pero, saber dibujar no significa saber escribir, y yo reclamo el valor de la escritura en el cómic, como una parte tan o más importante que el dibujo. Es algo que tienen muy asumido en Francia, donde algunos guionistas son más valorados que los propios dibujantes. Rodearme de buenos guionistas supone tener ciertas garantías de que, al menos, en ese aspecto, el esqueleto de la obra será sólido. Tan sólo queda cumplir con mi parte lo mejor que sepa.
- ¿Los diferentes proyectos vienen propuestos por el guionista o en alguna ocasión la idea surge por tu parte y pides a un compañero que te haga el guión?
En el caso de Felipe Hernández Cava, salvo algunos comentarios sobre preferencias de épocas o escenarios que me apetezca dibujar, la propuesta es 100% creación suya. Con Historias del barrio, únicamente empujé a Gabi a guionizar sus historias. Carvalho, me llegó cuando ya el guión estaba hecho.
Las serpientes ciegas Esbozo de una viñeta |
Las serpientes ciegas Viñeta a lápiz |
Las serpientes ciegas Viñeta finalizada |
- ¿Cómo es ese trabajo en equipo? ¿Con todos ellos trabajas de igual manera o es diferente en cada caso? ¿La relación con el guionista dura durante todo el proceso?
Me gusta pensar que hay una confianza mutua entre el guionista y yo. Una seguridad en que cada uno pone todas sus aptitudes en hacer lo mejor posible su tarea. A partir de eso, una vez recibido el guión, necesito apropiarme de él, asimilarlo, y, olvidarme de que ese guión pertenece a otro. Necesito sentir cierto margen de libertad, aunque luego sea muy escrupuloso respetando las indicaciones.
- ¿Intervienes de alguna manera en el guión?
No. Eso no quiere decir que, en el momento de la paginación no pueda introducir algunos cambios. Con Historias del barrio, el guión no estaba dividido por páginas, y eso me daba más libertad a la hora de desarrollar una escena. Pero en general, toco poco de los guiones.
Esbozo o boceto de una página de Historias del barrio. Caminos |
- Una vez con el guión en la mano ¿cómo te documentas para el posterior diseño de personajes? ¿Su aspecto viene ya impuesto en el guión o tienes carta blanca en este tema? ¿Tomas como modelo alguna persona real para dibujar tus personajes?
Como he comentado antes, me gusta acudir a las referencias cinematográficas, así que, en cada nuevo trabajo, suelo comentar con el guionista qué actor o actriz sería el rostro ideal para cada personaje. No se trata de una imposición, pero me ayuda a la hora de imaginarme las reacciones de ese personaje.
- Y ¿para documentarte sobre escenarios o decorados? ¿Realizas tú este trabajo o lo hace el guionista?
Cuando hacía mis historias costumbristas situadas en Barcelona, solía acudir a los escenarios para tomar apuntes, pero, con la aparición de Google y Google Street, esa parte del trabajo se ha simplificado. Hay veces en que el mismo guionista es quien me pasa esas localizaciones, y otras soy yo quien las busca.
- Háblanos de tu sistema de trabajo a la hora de ponerte a dibujar. ¿Qué pasos sigues? ¿Boceto, lápiz, tinta, color?
En general hago primero en el ordenador una paginación para distribuir las viñetas, ver lo que ocupan los textos y situar los bocadillos. Hago una impresión de esa página a un tamaño muy pequeño (inferior a un A5), que me sirve para abocetar y situar, sin mucho detalle, lo que aparecerá en cada viñeta. Escaneo esa página y la imprimo al tamaño final para poder trabajar ya un lápiz definitivo con todos los detalles. Ese original definitivo es el que escaneo de nuevo para montar la página y comenzar con el color digital.
- ¿Trabajas a mano o en el ordenador? ¿Qué herramientas utilizas?
La parte del dibujo es siempre manual. Me parece que el trazo digital, nunca será el mismo que el del lápiz o la pluma sobre el papel. Igual es cosa de piel, pero ya he llegado tarde para otra cosa. Para el color sí utilizo técnica digital; ahora bien, doy el color como lo daría si pintara realmente sobre papel. Siempre he trabajado con photoshop, eso sí, a un nivel de usuario más que básico. Ya me vale.
Las oscuras manos del olvido Antes y después de darle color |
- ¿Cambias tu estilo gráfico o tu sistema de trabajo dependiendo de la temática de la obra?
Sí, como he comentado antes, me gusta adaptarme y probar estilos diferentes.
- Aún trabajando con guionista, imagino que gran parte de tu trabajo se realiza en solitario. ¿Cómo se lleva esa soledad ante el papel o la pantalla del ordenador?
Dibujar es un trabajo solitario, y las nuevas tecnologías permiten la comunicación automática a distancia, así que, tanto con Gabi, Felipe o Hernán, apenas hemos necesitado vernos para trabajar en los proyectos en común. De hecho, con Ferran Aguiló, el guionista de la tira que dibujo para el periódico Última Hora de Mallorca, contactamos a diario vía whatsapp.
Una de las tiras cómicas que Bartolomé Seguí realiza junto al guionista Ferran Aguiló bajo el seudónimo de Tueldús Para el periódico Última Hora de Mallorca. |
- En general ¿cuánto tiempo puede pasar desde que nace la idea de una historia hasta que finalmente se publica?
Un año y medio como mínimo. En algunos casos, más. ¿Quién dice que dibujar un cómic es fácil?
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Sobre la obra final, tal y como llega al lector
- Una curiosidad personal ¿quién decide el título de tus obras? Por ejemplo, "Las serpientes ciegas" o "Las oscuras manos del olvido" me parecen unos grandes títulos; en mi caso particular solo por el título ya despierta mi interés sobre la obra.
Normalmente el guionista. Y ya me parece bien.
- La portada es otro de los aspectos importantes ¿quién no compró un cómic en alguna ocasión por su portada? En tu caso particular, ¿quién decide la portada: los autores, el editor,..?
Ahí, puede haber de todo. Las editoriales pueden influir en que la cosa vaya de una determinada manera. Pero en mi caso, he sido yo quien ha acabado decidiendo. Y he de decir que siempre he tenido absoluta libertad para hacerlo. Cosa que siempre me ha extrañado, pues para mi es la parte más difícil del trabajo: sintetizar en una imagen la historia y que resulte atrayente para el lector.
- Aunque pueda parecer obvio, también es importante el texto que figura en la contraportada para saber un poco de qué trata la obra. Cuando hojeamos un cómic antes de decidir su adquisición, podemos a simple vista ver si nos gusta gráficamente, pero el único dato que nos da -ese libro que tenemos en nuestras manos- sobre el guión es precisamente ese texto de la contraportada. Para ti ¿qué es más importante el guión o los gráficos?
Como dibujante, en mis comienzos, eran los dibujos los que llamaban mi atención. Uno se fija en esos autores que admira (y quién sabe si aspira a emular algún día), cegado por un talento portentoso: Moebius, Breccia…
Con los años, descubres que en este medio tiene tanta o más importancia la narrativa que el dibujo, así que ahora me interesan autores que saben narrar, aunque dibujen peor. El dibujo por sí solo es únicamente virtuosismo.
- ¿Los autores tenéis algún control sobre la edición de vuestra obra, en cuanto a su tamaño y formato del libro, el tipo de encuadernación, la calidad del papel utilizado, colores...? Es decir, ¿tenéis algún control sobre el producto final?
Supongo que hay de todo. Habrá autores que deciden controlar hasta el último aspecto de la edición. Yo, en ese sentido no soy nada quisquilloso y, salvo algunas sugerencias, confío plenamente en el criterio de los editores.
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Y, además...
- ¿Qué tipo de obra te gusta llevar a cabo? ¿Alguna preferencia en cuanto a su temática o género?
La única exigencia que le pongo a un trabajo es que me interese lo que va a contar. Y que no sea un suplicio como dibujante. Por mucho que sea un género que me encanta, sería para mí una tortura dibujar un western: ¡odio dibujar caballos!
- ¿De qué obra (u obras) te sientes más satisfecho o más orgulloso? ¿Por qué?
Me siento satisfecho e insatisfecho de todas a partes iguales. Las disfruto mientras las dibujo, pero, una vez impresas, sólo veo cosas que mejoraría. Pero no reniego de ninguno de mis trabajos y los asumo a todos con sus deficiencias como parte de una constante evolución como autor. Si tengo que escoger una, diría que Historias del barrio.
- ¿Qué me dices de “La superioridad” o “Ven que te mate”, obras tuyas que no llegaron a ver la luz? No sé si habrá alguna más por tus cajones. En cualquier caso, ¿llegarán a publicarse algún día?
Ya me gustaría que sí, porque son dos trabajos de los que estoy totalmente convencido de su interés; pero son obras inacabadas, que necesitan de su respectivo tiempo para acabarlas, y eso es lo complicado en estos momentos.
- ¿Cómo ves como autor el panorama actual de la historieta en España? Creo que es una época dulce para el aficionado por varios motivos, pero ¿también lo es para los autores?
Para el aficionado, sin duda. Estamos viviendo posiblemente una segunda época dorada del cómic, con multitud de propuestas interesantes. Con enorme variedad de temas y estilos, y, finalmente, con cierto prestigio o reconocimiento que avala al medio como un arte más: aparecen propuestas en los museos, la prensa nos trata bien, y ya pocos se atreven a descalificar al cómic.
Para la mayoría de autores ya no lo tengo tan claro. Es evidente que vivir de la cultura, ya seas escritor, cineasta o pintor no es fácil. Así que dudo que nadie se meta a dibujante de cómic pensando en hacerse rico.
Nuestro sueldo, como el de los escritores, viene marcado por el 10% del PVP de nuestras obras, y la tirada media en España apenas supera los 1.500 ejemplares. No se trata de ponernos dramáticos, pero con anticipos que rozan los 2.000€, saca cuentas de cuánto supone al mes dibujar una novela gráfica de ciento y pico páginas, si solo cuentas con el mercado nacional.
Es más que evidente que dibujar comics supone una dosis extra de pasión por tu trabajo, y de que, como escuché decir recientemente a Howard Chaykin, nadie dibuja cómic como segunda opción. La parte buena es que los mercados internacionales son cada vez más asequibles y que el talento nacional es muy alto.
- Y, para finalizar, ¿qué consejos le darías a alguien que quisiera dedicarse al medio?
El único consejo que me atrevo a dar es que, si te gusta dibujar cómics, y tienes verdadera afición, no lo dejes. Persevera en ello. Dibuja cada vez mejor, pero no olvides que se trata también de contar historias que interesen a los lectores, y eso es un extra que no está incluido en el dibujo. Si no tienes nada que contar o no sabes cómo, asóciate con un guionista, o adapta alguna obra (libre de derechos, o no), y adelante.
Muchísimas gracias por tu disponibilidad y tu tiempo. Ha sido un verdadero placer poder contar con tu participación en esta sección de entrevistas que inauguro contigo. Gracias de corazón, Bartolomé.
Más información sobre el autor
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