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lunes, 19 de marzo de 2018


Ha llegado el día de seguir con la entrevista que tuve ocasión de realizarle a Bartolomé Seguí. Si os habéis perdido la primera parte, en la que nos habla de su infancia y juventud como lector y de sus inicios profesionales, podéis leerla en este enlace.

En esta ocasión, Bartolomé nos hablará de su consolidación como autor y del reconocimiento profesional, con la obtención de varios premios, entre ellos el Premio Nacional del Cómic en el año 2009.

Ya sabéis: Tomad asiento, poneos cómodos y disponeos a disfrutar de lo que nos cuenta.


Entrevista a Bartolomé Seguí. 2ª parte


Consolidación y reconocimiento profesional


  • Nos situamos ya en el año 2008. Un año que -imagino- fue muy importante para ti. El año de la publicación de "Las serpientes ciegas". Un cómic que os aportó a Felipe Hernández Cava y a ti grandes éxitos, como los premios del Salón del Cómic de Barcelona o el Premio Nacional del Cómic, entre otros. ¿Qué significa tener premios de esta categoría? ¿Qué aportan aparte de la satisfacción personal del reconocimiento?

Cualquiera que diga que no le importan los reconocimientos, está mintiendo. La esperanza de que el trabajo que uno hace sea valorado subsiste detrás de cada trazo, aunque sólo sea al nivel de la satisfacción que da saber que uno está haciendo una buena obra. Evidentemente uno no puede plantearse su carrera a la caza de los premios, porque estos son, muy a menudo, una lotería que depende de muchas más cosas que los méritos intrínsecos de la obra: de la composición del jurado, de los méritos de otros trabajos, de los que se votó el año anterior... así que lo mejor es no pensar mucho en ellos.
El Premio Nacional fue sobretodo un regalo para mis padres en el sentido que les reconcilió con esa locura que mostré de chaval para dedicarme a esto de los tebeos. Lo mejor que tiene que te hayan concedido tal o cual premio, es que puedes olvidarte de ello y concentrarte en los que de verdad importa: que tu trabajo sea mejor que el anterior.

Las serpientes ciegas

  • Háblanos de "Las serpientes ciegas": Si mis datos no son erróneos, primero se publicaron tres capítulos en la revista BD Banda y luego la obra completa en un álbum (tanto en España como en Francia) ¿es así? ¿Cómo surgió este proyecto? ¿Cómo fue su desarrollo? ¿Cuánto tiempo le dedicasteis a "Las serpientes ciegas"?

Aunque siempre he tenido mucho trabajo en la ilustración, y que esta ha sido siempre más rentable que los cómics, nunca he podido dejar de pensar en proyectos de cómic. Hay que tener en cuenta que la crisis de los 90 se llevó por delante casi todas las revistas que hasta entonces permitían al autor ir publicando sus páginas y cobrar su trabajo mes a mes antes de que se recopilaran en un libro; a comienzos de nuevo siglo, el mercado había cambiado radicalmente y, como ahora, el autor debía presentar ya una obra totalmente acabada, y de bastantes más páginas que las 46 habituales de un álbum. Era el comienzo de la novela gráfica. Así que sacar adelante un proyecto suponía muchos meses de trabajo y una remuneración, si se enfocaba únicamente en el mercado nacional, a todas luces insuficiente.
Apuntar al mercado francés fue simplemente un ejercicio de supervivencia: si quería seguir en esto de los cómics debía realizar una obra más sólida y madura que la que había hecho hasta entonces. Tuve claro que el primer paso era contar buenas historias y que para ello (en mi caso), lo mejor era unirse a quien supiera escribirlas. La elección no me pillaba lejana, pues conocía a Felipe Hernández Cava, uno de los mejores guionistas que ha dado este país, para quien ya había dibujado algunos de sus guiones. Tenía claro que quería cambiar de registro haciendo una historia de género y le comenté que me gustaría dibujar una historia ambientada en el Nueva York de los años 30 (dio la casualidad de que ambos teníamos el mismo libro de la fotógrafa Berenice Abbot "Changing New York"), y que el protagonista, viajase a España para luchar en las brigadas internacionales en la guerra civil española. A partir de ahí, Felipe puso todo su talento en construir el excelente puzzle que fue "Las serpientes ciegas".
Kiko da Silva acababa de lanzar el proyecto de una nueva revista Bd Banda y le ofrecimos las páginas. Coincidió el primer número con el viaje a Angulema donde dejamos en la mayoría de las principales editoriales francesas, un dossier con esas primeras 8 páginas, y de vuelta en casa, ahí estaba el correo de Dargaud interesándose por el proyecto.
Una vez confirmada la publicación, Felipe y yo fuimos encadenando capítulos en un proceso que nos duró unos 15 meses.

Las serpientes ciegas

  • Casi todas tus obras anteriores eran en blanco y negro. ¿Es así? En cualquier caso, ¿cómo te enfrentaste por primera vez al color? Para esta obra en concreto ¿es importante el color? ¿Es un elemento más de su trama?

Mis primeras obras en blanco y negro son recopilaciones de historias publicadas en revistas. Mi primer trabajo en color fue la serie Héctor y Rita, publicada en El Víbora, pero por la crisis hizo que no se recopilara en libro.
Entre ese primer trabajo y Las serpientes ciegas, hay un cambio vital en el proceso de trabajo, y es el paso del color manual al color digital. Yo no soy nativo digital; de hecho coloreo como lo haría si empleara unas témperas o una acuarela, pero el trabajo con paletas digitales me ha permitido estructurarme mejor a la hora de atacar el color de una obra.
En Las serpientes ciegas el color es esencial, pues funciona como un elemento dramático más, que ayuda no únicamente a ambientar la época retratada, sino también apoya el trazo del dibujo para reforzar ese punto vintage.

Las serpientes ciegas

  • En alguna viñeta de esta historia, aparece la reproducción de un cuadro de un pintor conocido (no diré cuál, para no desvelar nada), ¿sueles utilizar obras de arte de otras disciplinas para inspirarte gráficamente, o para utilizarlas en la escena de la historia como mero decorado o como parte de la historia?

La pintura y el cine son siempre un referente al que acudo en todos mis trabajos. En Las serpientes ciegas, flota la presencia de Norman Rockwell, Edward Hopper, también el trazo de Daumier...
El caso que comentas tiene más relación directa con la historia concreta que cuenta el libro, y a punto estuvimos de no poder usarlo.

Hágase el caos. Lux

  • A esta obra le sigue "Hágase el caos" publicada en dos volúmenes. Obra guionizada una vez más por Felipe Hernández Cava. Se trata de una elaborada trama de espías en un contexto histórico muy concreto. ¿Exigió una investigación exhaustiva del periodo histórico y de los lugares en donde se desarrolla la trama? ¿Qué hay de cierto en lo que se relata en la obra?

Puedo asegurar que la investigación que realizó Felipe H. Cava del contexto histórico, conociéndolo, fue más que exhaustiva. En esta obra, Felipe vuelve a situar a un anónimo protagonista ante el arrollador paso de la historia, y, a través de una clásica trama de espías, aprovecha para explicar la convulsa situación yugoslava en la guerra fría que acabó generando uno de los peores conflictos bélicos en territorio europeo más reciente.
Hablar de certezas en Historia ya es más complicado, pues, ni aún con el paso de los años, el juicio de los acontecimientos -de este y de cualquier otro hecho histórico-, puede evitar el sesgo, bienintencionado o no, de que sea una mirada u otra quien juzgue. Pero sí, hay hechos de los episodios de Barcelona y en las cuevas de la batalla final que están bien documentados.

Hágase el caos. Umbra

  • Otra de tus obras es "Historias del barrio", en esta ocasión con otro guionista -Gabi Beltrán-. Para esta obra cambias completamente de género con respecto a tus dos obras anteriores que podríamos englobar dentro del género policiaco o de género negro. En "Historias del barrio" nos encontramos con unas memorias autobiográficas del propio guionista de la obra Gabi Beltrán. Llama la atención que Gabi, siendo él también dibujante, haya preferido que lo dibujaras tú y no él. Supongo que la pregunta se la tendría que hacer a Gabi, pero seguro que tú sabrás algo al respecto. ¿Nos lo cuentas?

Bueno, con Historias del barrio vuelvo a esas historias autobiográficas y costumbristas como las que comencé a publicar en El Víbora; aunque esta vez lo haga con la biografía de otra persona, marcada por una infancia mucho más difícil. Conozco a Gabi desde cuando él comenzaba a dibujar y, en las quedadas que a veces hacíamos los dibujantes que estamos en Mallorca, escuchábamos algunas de sus historias. Cuando más adelante él comenzó a relatarlas en su blog, muchos le dijimos que tenía que dibujarlas. Si has leído el libro puedes entender que son historias de una infancia difícil a la que no tiene que ser fácil enfrentarse y Gabi no se sentía con ganas y fuerzas de sumergirse con toda la intensidad que supuso meses de trabajo de dibujar los dos tomos. Le dije que si él escribía el guión yo me ofrecía a dibujarlo. Nos presentamos al Premi Ciutat de Palma de Còmic en su primera convocatoria y ganarlo fue el acicate definitivo para ponernos a ello.

Historias del barrio

  • Es cosa mía, o en "Historias del barrio" tu estilo gráfico varía con respecto a "Las serpientes ciegas" o "Hágase el caos", e incluso el coloreado es totalmente diferente. Corrígeme si me equivoco. Si es así ¿cuál es el motivo de ese cambio?

Durante muchos años estuve buscando un estilo que me definiera, pero siempre me ha gustado cambiar de trazo y adaptarme a lo que creo que le va mejor, gráficamente, a la historia. Quizás esa capacidad de adaptación ha permitido que haya colaborado en revistas y trabajos tan diferentes. En este caso, las Historias de Gabi eran muy duras: marginación, delincuencia juvenil, malos tratos, prostitución, drogas... pero, lo que más sorprende de ellas, es que, contrariamente a lo que parece, todas destilan una gran ternura y respeto por los personajes que retrata. Esa capacidad de la escritura de Gabi de superar lo personal y convertir las andanzas de la pandilla de chavales en el barrio chino de Palma en algo universal es lo que cautiva del libro. Podíamos haber optado por un dibujo más realista, pero creo que hubiera quedado una historia demasiado dura y estuvimos de acuerdo en reforzar esa ternura y optamos por un dibujo más naif e ingenuo.
El coloreado es de Gabi Beltrán, así que es una historia totalmente a cuatro manos.

Historias del barrio. Caminos

  • Háblanos ahora de "Las oscuras manos del olvido", con guión de Felipe Hernández Cava, y con ETA de telón de fondo. ¿Cómo surge la idea de tratar esta temática? ¿Cómo afrontáis el tema, desde qué punto de vista?

Hay que decir que en nuestra relación con Dargaud siempre tuvimos total libertad para decidir los temas de cada uno de nuestros trabajos. Cuando Felipe me entrega las últimas páginas de guión de Hágase el caos, me propone cerrar su trilogía de personajes batidos por la Historia, con un álbum que dé voz a las víctimas de ETA. Como pasa en casi todos los conflictos, cuando llega el momento de cerrar las heridas, la memoria de las víctimas suele ser la primera sacrificada en aras de una pretendida reconciliación.
Anunciada la tregua de ETA, estábamos comenzando a asistir a los primeros relatos de esa mancha negra en nuestra historia reciente, y ese libro fue nuestro particular homenaje a esas víctimas que corrían el peligro de ser olvidadas. Felipe, reconocido admirador de Albert Camus, tejió una precisa historia de venganza ejecutada a través de un asesino de la mafia marsellesa, sin escrúpulos, pero con honor, que, en su búsqueda de la sombra, recorre los escenarios humanos que padecieron el terrorismo.
Las oscuras manos del olvido intenta rescatar de ese olvido a las víctimas de cualquier conflicto, a la vez que denuncia ese silencio cómplice de una sociedad enferma, como lo es la ciudad sitiada por la peste de la famosa novela de Camus.

Las oscuras manos del olvido

  • ¿Fue difícil publicar esta obra por su temática? Una vez publicada ¿cómo fue recibida?

Bueno, lo valiente hubiera sido hacerlo en los años de plomo. ETA había anunciado 3 años antes el “cese definitivo de la actividad armada”, así que, aunque seguía siendo un tema espinoso, había cierta tranquilidad, y nos pareció un buen momento para decir la nuestra. Creo que recibimos halagos y críticas a partes iguales de la derecha y de la izquierda, así que asumo que fue una obra cuando menos incómoda para todos. Lo que en cierta manera nos satisface. Prefiero los matices al blanco o negro, y, aunque nuestra postura es menos reconciliadora que la que muestra Isusi en He visto ballenas, me reconforta pensar que dejamos escrito algo necesario.

Las oscuras manos del olvido

  • Que yo sepa, en España solo se publicaron dos cómics hasta la fecha sobre el tema de ETA, uno es este y el otro es "He visto ballenas" de Javier de Isusi. Ambas publicadas curiosamente el mismo año -2014- y ambas muy diferentes. ¿Por qué crees que se tocó este tema en el noveno arte en tan pocas ocasiones? ¿Cómo lo ves?

En 2012 Ramón de España y Sagar Forniés habían publicado La ola Perfecta en la que ya aparece el tema del terrorismo de ETA, aunque pese más en la trama esa historia de amor y redención. Que aparecieran dos cómics con esa temática tan de actualidad en tan breve espacio de tiempo, creo que fue síntoma de la madurez del cómic para tratar cualquier asunto.

Las oscuras manos del olvido

  • Y llegamos a tu última obra publicada hasta la fecha. "Tatuaje", adaptación de la novela de Alberto Vázquez Montalbán, protagonizada por Pepe Carvalho, con guión de Hernán Migoya. ¿Cómo surge este proyecto? ¿Quién o quiénes deciden emprenderlo y eligen quienes serán su guionista y su dibujante?

He de decir que soy el último en apuntarme al proyecto, cuando el guión de la primera novela ya está acabado y su adaptación en cómic, aprobada.
Por lo que sé, la cosa se materializa en un encuentro entre Daniel Vázquez Salles (hijo de Manuel Vázquez Montalbán) y Hernán Migoya, en la que este le propone adaptar al cómic las novelas de Pepe Carvalho. Sorprendentemente, la literatura española tiene pocos personajes con tanto empaque como Pepe Carvalho, de quien se habían hecho numerosas adaptaciones cinematográficas, pero nunca se había planteado la posibilidad de pasarlo a viñetas. Hernán pasa la propuesta a Norma editorial quien cierra con Balcells, la agente de Montalbán, la adaptación de las tres primeras novelas, y a mí me llega el guión como una oferta que no puedo rechazar.

Carvalho. Tatuaje

  • ¿Es la primera vez que trabajas en una adaptación de una novela? ¿Se trabaja igual que en cualquier otro caso o no? ¿Cuántas adaptaciones haréis de las novelas protagonizadas por Pepe Carvalho?

Sí. El trabajo es básicamente el mismo. Digamos que, en el caso de Carvalho, la importancia de la obra de Manuel Vázquez Montalbán y de un personaje de tan carismático como Pepe Carvalho, impone un poco más de respeto. De momento hemos firmado para adaptar las tres primeras novelas: Tatuaje, La soledad del mánager y Los mares del sur.

Carvalho. Tatuaje

  • ¿En qué andas ahora? Imagino que, liado con el segundo tomo de la serie de Pepe Carvalho, ¿no? ¿Lo compaginas con algún otro proyecto?

Como dices, por lo que hace a cómic, estoy totalmente centrado en el segundo Carvalho. La soledad del mánager. Trabajar en una serie tiene sus obligaciones, y una de ellas es el calendario. Hasta Carvalho, no tenía ninguna apretura de agenda por parte de la editorial, trabajaba a mi ritmo y eso permitió, compaginar Hágase el caos con Historias del Barrio, y Las oscuras manos del olvido con Historias del Barrio. Caminos.
Es también una cuestión económica. Dibujar un cómic es una labor inmensa, muy mal pagada, en proporción, si la comparamos con la ilustración. Así que no puedo dejar de lado encargos que ayudan a pagar la hipoteca. Ahora mismo es imposible trabajar en dos libros a la vez.

Carvalho. Tatuaje
Hasta aquí la segunda parte de la entrevista. 

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